El lugar arqueológico es también reconocido como el templo de Viracocha debido a una de sus construcciones notables.
Este conjunto arqueológico está situado en el distrito de San Pedro, en la provincia de Canchis, dentro del departamento de Cusco, a una altitud de 3460 metros sobre el nivel del mar, en las faldas del volcán Quimsachata. Los expertos en arqueología lo han subdividido en cinco sectores principales: (A) El Templo de Wiracocha, (B) Plazas, (C) Colcas, (D) Mesapata y (E) el Sector E. Asimismo, se incluye un depósito artificial de agua frente al Templo y una muralla que abarca todo el recinto arqueológico.
La vista actual del edificio conocido como el ‘Templo de Wiracocha’ muestra los vestigios del muro central que aún permanecen. Es notable observar que la base está construida con piedra pulida en el estilo característico del período Tawantinsuyu (145-1532), mientras que el resto de la estructura está edificado en adobe. En frente del muro, se pueden apreciar las bases de una de las filas de columnas circulares que desempeñaron un papel crucial en la sustentación del gran techo de forma «dos aguas».
Mapa de ubicación del sitio arqueológico de Raqchi
Ubicación Temporal
A pesar de que la mayoría de las estructuras, como el Templo de Wiracocha, las Colcas, la Plaza y los Cuarteles de Chasqui Wasi, pertenecen al periodo Inca (1450 a 1532), la ocupación en Raqchi se remonta a tiempos muy antiguos. Las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Cultura en Cusco, Perú, como parte de un proyecto del plan COPESCO y en colaboración con la Misión Arqueológica Española, han descubierto evidencias que abarcan un amplio espectro temporal. Se han encontrado vestigios desde el período Formativo, identificado por cerámica en el estilo Qaluyu-Marcavalle (200 a.C.), pasando por el Intermedio Temprano con vasijas sin decoración al estilo Pucará (200-700 d.C.), el Horizonte Medio con fragmentos de cerámica en el estilo Wari (700-1100), el Intermedio Tardío con cerámica Collao e Inca-Collao (1100-1450), hasta el Horizonte Tardío con cerámica Inca Imperial y subtipos regionales como el Inca Chucuito y el Inca Taraco. La construcción del Templo de Wiracocha en el Sector A de Raqchi tuvo lugar durante este último período.
En este plano, se pueden identificar las principales estructuras de la era Inca en Raqchi, como el Templo de Wiracocha y el Chaqui Wasi.
El Templo de Wiracocha
El edificio conocido como tal es único en su clase dentro del género de las «Kallancas». Desde el exterior, se presenta con unas dimensiones de 25.25 metros de ancho por 92 metros de largo, con una altura mínima de al menos 15 metros. Cuando se observa desde arriba, su diseño se organiza de la siguiente manera: tres muros paralelos que están intersectados en sus extremos por dos muros perpendiculares, creando un rectángulo que se divide en dos partes por el muro central. El muro central es el más alto, y en la actualidad, su altura máxima es de 12 metros. Sin embargo, a finales del siglo XIX, el viajero E. Middendorf visitó y describió el sitio, mencionando una altura máxima de 15 metros en ese momento.
Lo que hace especialmente singular a esta estructura es el uso de dos filas de columnas para cubrir la amplia distancia entre el muro central y los muros exteriores, lo que permitía sostener el techo de forma de «dos aguas». Estas columnas se encuentran alineadas entre el muro central y los dos muros exteriores más largos, y tienen un diámetro de 1.60 metros. Tanto en estas columnas como en los otros muros, se utilizó piedra para la construcción hasta una altura de 3 metros, y a partir de ese punto se empleó adobe. Es relevante destacar que las piedras utilizadas fueron pulidas para darles un acabado «almohadillado», que es característico de las construcciones incas del período Tawantinsuyu, es decir, después del año 1450 d.C.
Una representación digital reconstruida de Raqchi permite observar la posible técnica que se utilizó para cubrir este edificio, el Templo de Wiracocha.
Arqueol. Lizardo Tavera