Reseña Histórica
Si bien la provincia de Canchis presenta una vasta historia, esta ha sido objeto de pocos estudios y son muy pocas las publicaciones especializadas sobre el tema. Por lo cual la siguiente reseña presenta información de internet, revistas y un álbum publicado sobre el tema, esperando siempre futuras investigaciones y un mayor aporte en cultura para la región.
Prehistoria
Canchis presenta testimonios culturales de hace más de 20,000 años A.C. existen cuevas en Uyumiri en las cercanías de los baños termales, otro en la quebrada de Uskhupata frente a Cheqtuyoq-Marangani y Apu Canchiniso en Tinta. También resaltan las cuevas de Santa Bárbara, en donde vivieron los Kanchi, eso en su estadía nómade. Estas cuevas fueron descubiertas en 1974, por el antropólogo Percy Paz Flores, por las comunidades de Tuqsa ubicó el abrigo llamado Puka-Machay, donde, los campesinos paqocheros; «Un nombre que se le da a la alpaca en quechua» habían preocupado dicha cueva, construyendo una estancia para la crianza de paqochas (alpacas), también en su prospección encontró muchas puntas de proyectiles, diversas variedades de cuarzo, silex y algunos ejemplos de instrumentos de obsidiana que han sido cuidadosamente pulidos en la forma de puntas de proyectil, presentando diversas características como puntas trifaciales, algunos con bases planas y otros con bases escotadas.
Por otro lado el antropólogo Jorge Flores Ochoa resalta las cuevas y abrigos con pinturas rupestres de Antonio Pampa, Llutuyoq. K’ullunuma, Phinayay Allalliri, asociados con instrumentos líticos, y en el sector del distrito de Maranganí, en La Raya, donde la UNSAAC tiene una granja de camélidos, la arqueóloga Trinidad Aguilar logró descubrir evidencias altamente significativas que respaldan la existencia de asentamientos humanos durante el período precerámico, donde se enfocaron en la elaboración de trampas para la caza, posiblemente destinadas a la captura de vicuñas, se encontraron indicios de la presencia de dos modalidades distintas de trampas: aquellas de tipo embudo y trampas con hoyos profundos.
Época pre-inca
Los orígenes histórico-culturales de los Kanchis aparecen en el Período Precerámico (entre 1.500 a 5.000 años A. de C.). También en el Cerámico y en el Período Temprano o Formativo la cultura Kanchis continuó su trayectoria de desarrollo regional. Esta recibió influencia de las culturas Wari y Tiahuanaco. Recibiendo embates del primero, en los años 200 D.C. las aldeas rurales sufren, llegando a dominar los pueblos Qanchi y K´ana. Posteriormente se forma Qanchi cuya capital fue Sijwana–pata.
Los Kanchis, dentro del marco de la historia nacional, constituyeron una confederación tribual de siete pueblos que se hallaban ubicados entre los bravos Canas, siete tribus aguerridas e indomables que se mantuvieron firmes y vigentes hasta el momento en que los Incas expandieron su gobierno y hegemonía. Los Kanchis, se caracterizaron por ser una ascendencia trabajadora.
Antes de la fundación del Tawantinsuyu, en el siglo XV, el valle fue habitado por pequeños curacazgos. La parte alta la ocupaban los Kanchis, que a menudo hacían la guerra a los Callas del altiplano. Más abajo estaban los Ayarmacas, cuyos curacas se hacían vocear Tocay Cápac. Hacia la ruta del Cusco, en la actual provincia de Canchis, Pinau Capac tuvo bajo su dominio parte del valle del Cusco. En la leyenda sobre el reparto del mundo aparecen como beneficiarios Manco Capac, Colla Capac, Tocay Capac y Pinau Capac, estos hallazgos sugieren que, en los tiempos anteriores al Tawantinsuyu, eran precisamente los habitantes de estas trampas quienes ejercían control sobre el valle de Urubamba, también conocido como Tampu en ese período.
En la época pre-inca la zona estuvo poblada por las tribus Kanas y Kanchis, quienes posteriormente fueron sometidos por los Incas.
Época incaica
Los Incas, en su objetivo de expandir el imperio y difundir su sólida cultura, organizaron una serie de métodos y estrategias para persuadir a los pueblos vecinos de las múltiples bondades de su organización, el Inca Garcilaso de la Vega, en sus Comentarios Reales, que los Kanas, los Kanchis y Quispicanchis fueron sometidos de buen grado al estado Inca. Empieza para los Kanchis una nueva etapa en su vida, constituyéndose en guardianes y defensores, algo así como centinelas de la cultura Quechua. Fue aquí en esta tierra nuestra y de nuestros mayores, que más de una vez se enfrentaron y lucharon con los indómitos Qollas, frecuentemente incursionaban en territorio Quechua.
El territorio fue conquistado por Pachacutec, inicialmente no hubo resistencia, posteriormente acaecería una resistencia encabezada por el Apu T’ito Q’olispa. Por otro lado, son resaltables la huella dejada por los Incas, sobre todo en el complejo de Raqch’i y Machupitumarca. El centro arqueológico de Raqch’i (o Racchi) se encuentra en el distrito de San Pedro, acá resaltan sus construcciones, donde encontramos las colcas o depósitos y el impresionante Templo de Wiracocha, que según los cronistas antiguos fue construido por el Inca Wiracocha en homenaje al Dios Superior inmaterial de las personas andinas.
Durante la época Inka Clásica.
Kanchis fue un señorío autónomo del periodo de desarrollos regionales. Durante el periodo Inka expansivo, debido a las luchas y guerras contra los Chankas y los Qollas. se establece una alianza entre los Inkas, los Chankas y los Kanchis, por lo que posteriormente pertenecieron al Collasuyo.
Los Kanchis en la época Inca tenían un espíritu guerrero hostil y soberbio, muestra psicológica y militar que se hizo presente en las batallas de Puicapampa, Cangallo (Checacupe) y en Combapata contra las huestes expansionistas del Inca Wiracocha, batalla sangrienta y feroz que termino en la victoria ineludible de los poderosos Incas del Cusco.
Conquista que luego permitiría rubricar los designios mágicos de la divinidad Inka y a su vez abrir para la conquista Colla, donde conjuntamente que los Kanchis y Canas fue factible su posterior asimilación étnica y política; décadas después los Kanchis los que forjarían el ejército Inka en la conquista de los Chancas.
Los Kanchis aportaron grandes adelantos en la economía inkaica; se cultivó muchos tubérculos propios de la altura, se mejora las aleaciones de los metales para la fabricación de sus utensilios, armas y adoratorios, se incentiva la textilería en base a la crianza de los auquénidos o camélidos, en la frontera de los Canas y Chumpiwillkas se construyeron puentes, se armó el ejército de los Kanchis, las deidades sobrenaturales y dioses tutelares eran ofrendados en Kacha.
Los hallazgos de cerámica en esta región demuestran el gran avance desarrollado por los Kanchis tanto en ceramografía. textilería, pintura, teatro, poesía, música, danza y calendarización anual fue practicada muy elocuentemente por los Kanchis. de allí que actualmente superviven las habilidades y destrezas de hombres que pueblan en los distintos distritos de la actual provincia de Canchis.
Época Colonial
En el periodo de la Colonia, los españoles imponen un patrón urbano de concentración de la población opuesta al patrón de asentamiento caracterizada por la dispersión de los asentamientos. Hecho que les permitía tener mejor control sobre los indígenas y explotarlos a través del trabajo obligado de la mita agrícola y minera. Destrozar de este modo su sistema cultural, religioso y espiritual, no obstante. muchas de las prácticas y costumbres han sobrevivido con el paso del tiempo.
La provincia empieza a destacar en la época colonial, poseyendo hermosas iglesias coloniales en distritos como Marangani o Checacupe, en lo concerniente a la fundación de la provincia en dicha época, el historiador Yony Dueñas Castillo nos habla de que esta se constituyo en épocas remotas en «partido» de Canas-Canchis, remontando su primera fundación al siglo XVII, periodo cuando se formaron las «doctrinas y partidos» bajo el mandato del Virrey Francisco de Toledo, el personaje que instauró las reducciones; es un contexto que los pueblos adquieren nominaciones de santos patrones hispanos: así se nombraría a San Pedro como Cachapampa, San Pablo de Charachapi, Tinta – San Bartolomé y Combapata – San Nicolás. Fueron instituidos como modelos clásicos de fundación de ciudades españolas, donde erigieron los españoles sus casas solares; especialmente en Tinta y Sicuani. Como es sabido, el inicio de la administración colonial se dio mediante las encomiendas, estando la encomienda de Sixana (Sicuani) a cargo del licenciado Martín de Soto. Luego paso a formar parte del corregimiento de Tinta, al cual pertenecían las actuales provincias de Canas y Canchis. Se implanta en este periodo el régimen de intendencias y partidos. que son la base de la actual división geopolítica en departamentos y provincias.
En 1780, el corregidor Antonio Arriaga, quien fuese corregidor de tinta, es tomado preso y asesinado por el curaca José Gabriel Condorcanqui, mejor conocido como Tupac Amaru II, dicha rebelión seria sofocada en 1781, por el visitador José Antonio de Areche, quien utilizo a Sicuani como un punto estratégico para disuadir esta Rebelión. Por otro lado, Diego Cristóbal, se acogió a la amnistía y firmo el armisticio de Sicuani el 26 de enero de 1782, con lo cual finalizaba la fase aimara de esta rebelión.
En 1814 la provincia de Canchis sería participe de otra gesta independentista. En esta ocasión un cacique que habría luchado contra Tupac Amaru: Mateo Pumacahua, se levantaría junto a los hermanos Angulo; extendiendo su sublevación por gran parte del sur peruano. Sin embargo, el levantamiento llega a su fin, cuando Pumacahua es derrotado en Umachiri; él es capturado en Sicuani y ejecutado el 17 marzo de 1815.
Hoy en su honor se yergue una estatua en la plaza principal de Sicuani
El territorio actual de Canchis fue conocido en el época colonial. como el corregimiento de
Tinta, ver en la Imagen
Época Republicana
Luego de la Independencia del Perú, el partido de Tinta se convirtió en provincia y la intendencia del Cusco en departamento. El 14 de octubre de 1833, a través de la ley N° 1352, se efectuó la partición de la provincia de Tinta en dos unidades geográficas separadas. dando origen a las actuales provincias de Canas y Canchis, este último conformado en aquel momento por San Pablo. Tinta. Checacupe y Pampamarca. Por Ley, 29 de agosto de 1834. se estableció que la Villa de Sicuani sería la nueva capital de la provincia, desplazando a Tinta de ese rol.
Al inicio de este periodo, se daría la que quizás sea el acontecimiento más importante de la ciudad y provincia de Canchis, el cual ha despertado el interés de varios investigadores en el tema.
En 1836, Sicuani fue sede de la Asamblea Sur-Peruana, donde participaron los delegados de los departamentos del sur-peruano, apoyando el establecimiento de la confederación Perú-Boliviana. Celebrándose la asamblea en Sicuani el 17 de marzo de ese año.
Un ambicioso proyecto que unió las nacientes repúblicas de Perú – Bolivia, que duro muy poco tiempo, de hecho, desde que la entidad nació, enfrentó fuerzas internas y externas que empujaron hacia su destrucción. Para 1835, la política peruana estaba sumida en el caos, que finalmente se disolvió la confederación en 1839.
En la segunda mitad del siglo XIX, el desarrollo urbano fue acelerado, incidiendo en la expansión urbana e incremento demográfico.
Es originario de componentes de estructuración, acondicionamiento territorial e influencia ideológica – cultural hasta 1898. En aquella época, el entorno a la plaza de Sicuani se alzaron edificaciones de adobe con techumbre de teja y calamina y, hacia el sur-este, se edificó la «Casa de la Confederación», inmueble de tipología republicana. Es una etapa en que se marcó un acelerado proceso de deterioro en las infraestructuras de los inmuebles, por permanentes intervenciones y refacciones hasta las cubiertas del techo, alterando la originalidad de la edificación.
En la década de 1870 empieza la construcción de ferrocarriles por la región sur: siendo los primeros los de Tacna-Arica, Mollendo-Arequipa, y Arequipa-Puno. Para esa misma fecha se planeaba la construcción del ferrocarril PunoCusco; llegando, en 1874, las obras de ampliación y preparación del terreno a Marangani; empero, este proyecto se vio interrumpido por la Guerra con Chile. Recién en 1893 se concreta el tramo correspondiente a Puno-Sicuani, y finalmente en 1908 se concreta el tramo Sicuani-Cusco.